Este fin de
semana está haciendo un calor insoportable en Múnich. Pensar que me he venido
desde Córdoba a Alemania para pasar calor aquí… aunque en este país la cosa
tiene más miga, porque no hay aire acondicionado en ninguna parte, con lo que es bastante difícil soportar la temperatura ambiente.
Sudores aparte,
el sábado por la noche hubo en la Max-Joseph Platz una sesión de ópera abierta
al público ( Oper für alle ), y hacen bien, porque prefiero omitir los precios
de las entradas para una representación en el teatro que verán al fondo en las
fotos. El director de orquesta era Zubin Mehta, bastante conocido, e
interpretaron Messa da Requiem de Verdi, que yo no conocía de nada, y que incluso en la Wikipedia
viene como obra no operística, por lo que no me aclaro muy bien. Las fotos del
evento no son demasiado buenas porque la cámara de la Blackberry deja mucho que
desear, aunque es cierto que van en consonancia con la ópera para tiesos que muestran.
Como he dicho,
la representación fue en la plaza que está enfrente del Teatro Nacional de
Baviera. Allí la gente no se cortaba un pelo a la hora de llevarse una toalla
como si estuvieran en la playa y se tumbaban igual que si fueran a tomar el
sol. Algunos incluso se llevaban la cena y montaban un pequeño picnic rodeados
de las piernas de la gente que escuchaba la música de pie justo a unos
centímetros de la ensalada de turno.
Este es el
ambiente que había en las calles aledañas:
Este es el lugar en cuestión sin toda la parafernalia del concierto. Está justo al lado de
la Residenz, o palacio real de los reyes bávaros, los Wittelsbach.
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