Una de las cosas que más llaman la
atención de Göttingen es la cantidad de bicicletas que circulan por la calle,
todas las aceras y recovecos están repletos de bicis aparcadas y constantemente
vemos a gente, desde los más mayores a los más pequeños, desplazarse por este
medio.
Ahora bien, uno puede preguntarse la
razón de esta práctica. ¿Están concienciados con el medio ambiente? ¿les parece
una saludable forma de hacer ejercicio? Quizá todas las opciones son correctas,
o ninguna. Yo, por mi parte, propongo otra… por tacaños.
Sí señores, por tacaños. Recuerdo ver
las protestas en el telediario de los madrileños por la cantidad de
parquímetros que el alcalde les había puesto y que les obligaba a pagar por
aparcar en casi cualquier sitio, según decían. Pues bien, aquí pasa igual. No
he visto en toda mi vida una mayor concentración de parquímetros en tan poco
espacio. Hay que pagar en todas partes, incluso en barrios
residenciales como en el que yo vivo, hay montones de esas infernales maquinitas.
Es una buena razón para usar la bicicleta, porque si no se nos puede ir un
presupuesto para poder desplazarnos de un sitio a otro. Así que si en algún
momento eligen visitar Göttingen, procuren llevar calderilla en el bolsillo.
Ah, se me olvidaba, por si alguno se lo había preguntado, aquí no hay "gorrillas", je, je.
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