Göttingen es una
ciudad llena de zonas verdes, con un parque que rodea todo el casco antiguo por
donde pasaba la antigua muralla, muchos árboles, etc. Es un sitio ideal para
pasear con la familia, para que jueguen los niños, que los perros corran y
hagan sus cositas… ( ya sacaré un día un WC para perros que he visto en el
centro )
Pero ocurre que
el otro día, iba andando para el centro desde el Instituto y se me ocurrió
tomar un atajo por un parquecito que hay no lejos de donde vivo. Desde la otra calle había visto gente entrando con carritos de niño y similares y pensé que era
mejor eso que ir por el frío asfalto. Mi sorpresa fue que lo primero que vi al
traspasar el seto no fueron unos columpios precisamente, lo que vi fueron….¡TUMBAS!
Si señores,
tumbas con todas las letras. En cuanto me metí un poco más en el parque ya fue
cuando vi a la gente tirándole la pelotita a los perros y al fondo una zona con
juegos infantiles. Otras veces que he pasado lo que he visto ha sido gente
haciendo barbacoas y tal, con toda naturalidad en medio de un cementerio. Eso
sí, las tumbas no las tocaban, si hubiera sido en España, las tumbas
aparecerían los domingos por la mañana llenas de vasos de plástico y restos del
botellón.
De todas formas
no me resulto del todo extraño porque ya había visto algo similar en Múnich en
un programa de estos de “Españoles por el mundo”. Por cierto, que no me
extrañaría que dentro de nada empezaran a aflorar los programas “Españoles en
España”, porque con la cantidad de gente que se está yendo, lo mismo hasta
tiene audiencia.
Así que ya saben,
si quieren que sus hijos se lo pasen de muerte, ¡qué mejor que llevarles a
jugar al cementerio!
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