El pasado sábado
hice una pequeña excursión a Hannover por medio del Niedersachsen Ticket, una
oferta con la que puedes viajar en cualquier tren, excepto el ICE ( el
equivalente alemán del AVE ) con un máximo de hasta cinco personas, de modo que es
extremadamente barato. En mi caso, fui en solitario a visitar la capital de la
Baja Sajonia.
Lo primero que
me llamó la atención nada más poner el pie en Hannover fue la cantidad de gente
que pedía limosna en los alrededores de la estación y en las calles comerciales
aledañas. Más tarde incluso vi una pareja de rumanas pidiendo con un bebé en brazos,
y por un momento, me dio la impresión de estar otra vez en España.
Después de una
breve visita a la oficina de Turismo, donde puse a prueba mi alemán con un
resultado más o menos satisfactorio, y conseguir un cutre-mapa de la ciudad, me
dirigí hacia el centro para ver que se cocía en Hannover. Bueno, en realidad
el que me cocí fui yo porque aunque al principio de la mañana hacía algo de
fresquete, después hizo un calor de mil demonios.
En el centro me
encontré con edificios de estilo muy similares a los que ya me había encontrado
en Göttingen, e iglesias como esta.
Junto a esa
iglesia, existía un local de tapas de ambiente español, llamado “Café-Bar
Celona”, del que no pude resistirme a sacar unas fotos.
Ese día dio la casualidad de que se celebraba el centenario del Neues Rathaus o Nuevo
Ayuntamiento; con escenario, puestos de comida y bebida, exhibiciones de baile,
etc. Todo dio igual cuando vi esto:
Sí, dos banderas
de España como dos soles que pude ver desde arriba de la escalinata y hacia las
que me dirigí como si me fueran a regalar algo. Resultó ser un puesto de la
colonia gallega de emigrantes españoles, llamada “Barrio Galego”, cuya sede
está en la plaza Rosalía de Castro de Hannover. El señor que había allí,
ataviado con un polo de la selección española de fútbol, me atendió muy
amablemente y accedió a contarme un poco lo de su asociación, que tenían un
equipo de fútbol, y también me explicó que en los últimos meses habían llegado
3 o 4.000 emigrantes españoles nuevos. Según él, los alemanes aprecian bastante
a los españoles, cuya relación históricamente ha sido siempre buena, al
contrario que a los italianos.
Además, tuve
la oportunidad de disfrutar de una cerveza Estrella Galicia escuchando en el
equipo de música del puesto “Sevilla tiene un color especial”, con lo que se me
pusieron los pelos como escarpias, y saboreé un momento inolvidable.
En el puesto se
vendían solamente productos españoles, tanto bebidas como paella, jamón, etc.
Al final el hombre se despidió cortésmente y me deseó mucho éxito.
En la feria que
tenían allí montada había puestos de todos los partidos políticos, a ver si
pillaban algo porque en septiembre habrá elecciones a canciller, y os enseño,
entre todos ellos, la bandera del conocido Partido Pirata:
La siguiente
parada fue el Machsee, una gran extensión de agua donde la gente hace remo o
vela, y alrededor de la cual la gente hace picnics o bebe cerveza por un tubo. En
la foto se ve también una inscripción realizada en tiempos de la Alemania nazi,
dónde podemos ver la cruz gamada borrada del escudo ( ese símbolo está
prohibido por la ley en todo el país )
Junto al estadio
del Hannover 96, equipo de fútbol de la ciudad hay una calle dedicada a Robert
Enke, el malogrado portero que jugó en el club local y también en el Fútbol
Club Barcelona. Dicen que sufría depresiones y no pudo soportar la muerte de su
hija de dos años por una enfermedad; se suicidó arrojándose a las vías del
tren.
Volviendo hacia el
centro, me di cuenta de que los alemanes no tienen ni idea de hacer portadas
para sus recintos para fiestas, a ver quién puede comparar la portada de la
feria de Córdoba con este pestiño:
Lo siguiente fue ver una "torre" que construyó Frank Gehry a finales de los 90, aunque no sé por qué la llaman así porque tampoco es demasiado alta.
Realmente la
excursión me salió bastante barata. Creo sinceramente que en lo que más me
gasté el dinero fue en ir al WC. No, no es una broma, aquí te cobran por ir al
baño en todas partes, hay tornos como en los estadios de fútbol, por lo que si
te estás meando o… ejem, y no llevas calderilla, prepárate para lo peor…
Si en lugar de Estrella Galicia llega a ser Cruzcampo ya lo clavas.
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